lunes, 16 de octubre de 2017

En calma hacia el próximo naufragio




Para reponerse es necesario el duelo. Y cierto humor, aunque parezca cruel. Tal vez, este poema de José Emilio Pacheco ayude un poco en ese trance:

“Titánic

Nuestro barco ha encallado tantas veces
que no tenemos miedo de ir hasta el fondo.
Nos deja indiferentes la palabra catástrofe.
Reímos de quien presagia males mayores.
Navegantes fantasmas, continuamos
hacia el puerto espectral que retrocede.
El punto de partida ya se esfumó.
Sabemos hace mucho que no hay retorno posible.
Y si anclamos en medio de la nada
seremos devorados por los sargazos.
El único destino es seguir navegando
en paz y en calma hacia el siguiente naufragio”.

(José Emilio Pacheco, El silencio de la luna)

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