239 Marlborough Street, Boston, Abril 2000. Allí vivió Lowell con su
esposa Elizabeth Hardwick,
cuando escribía Life Studies. La foto es es de
© John Suiter
Seis de la mañana y una frase de Eguren que
recuerdo desde anoche: “la poesía es una confidencia milenaria”. A veces, esa
confidencia es sólo una imagen silenciosa que entra por la ventana. ¡Y cómo
alivia!
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Uno se dispone a escribir la emoción, mejor
dicho, su recuerdo (Pessoa). Anota dos o tres palabras que se escapan “en el
instante en el que ya habían alcanzado su definición mejor” (Lezama) y se
conforma con su estela.
Siempre una inminencia. Y el cielo entre las
ramas.
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Vuelvo a los libros y uno me trae de nuevo esta
imagen:
Me alegra
pasear sin rumbo fijo
por Boston
mientras pienso en Henry Adams,
de joven,
con el blanco brazalete de seda,
que, casi
sin notarse, exhibió un día entero
por la
liberación de los esclavos.
Debemos a Robert Lowell el bello recuerdo civil de
esa elegancia.
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