jueves, 22 de diciembre de 2016

El que concilia



Federico II de Suabia

Al coloquio de los pájaros llegó el halcón y dijo estar conforme con su vida. De la alcándara a la mano del rey y de la mano del rey hacia los cielos, pasó los días el raudo torbellino de Noruega, hasta que dijo:

“¿Para qué quisiera yo ver al Simurg, ni siquiera en sueños? La mano del rey me es suficiente”.

Aclaró la mañana, cantaron otros pájaros y el libro de los persas acogió estas palabras:

“Tú, que los conoces, sabes que es mejor vivir lejos de los reyes. No es rey el que manda. Lo es el que concilia”

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